Historias

 El Arca de Noé

Edad: 6- 8 años

Noé era un hombre bueno y honrado. Los demás hombres de la tierra eran malos y desobedecían a Dios.

Al ver el Señor que la maldad del humano era muy grande y que la tierra estaba llena de violencia se arrepintió de haberlo creado y le dijo a Noé:

-He decidido acabar con los seres humanos, pues por su causa la maldad reina sobre la tierra. Construye un arca de madera porque voy a enviar un diluvio y todo lo que existe sobre la tierra morirá. A ti por ser bueno te salvaré junto con tu esposa, tus hijos y sus esposas. Debes resguardar en el arca una pareja de cada especie viviente de aves, ganado y reptiles, macho y hembra, que sobrevivirán contigo. Recoge además alimentos y almacénalos.

También le pidió Dios a Noé que de algunos animales llevara siete y no solo dos individuos y le dijo que haría llover por cuarenta días y cuarenta noches.

Cumplidas sus tareas Noé subió al arca, Dios cerró la puerta y empezó a llover. Tanta agua cayó que cubrió las montañas más altas. Así desaparecieron todos los seres vivientes excepto Noé y los que estaban con él. La tierra quedó inundada por ciento cincuenta días.

Luego Dios hizo que las aguas comenzaran a bajar. Un día Noé para saber si la tierra se había secado abrió una ventana del arca y soltó a un cuervo que estuvo volando pero regresó porque no encontró un lugar para posarse. Luego soltó una paloma y sucedió lo mismo. Siete días después Noé volvió a soltar a la paloma que regresó con una hoja de oliva en el pico, la semana siguiente supo que la tierra estaba seca porque la paloma no regresó.

Finalmente Dios le dijo a Noé que podía abandonar el arca junto con su familia y los animales: “multiplíquense y llenen la tierra”- dijo Dios.

Noé construyo un altar en agradecimiento a Dios por haberlo salvado y Dios le hizo a Noé la promesa de nunca más volver a enviar un diluvio para castigar al hombre.

Como señal de que cumpliría su promesa Dios puso el arcoíris en el cielo.



David y  Goliat

Edad: 6- 8 años

David era un joven pastor que tenía tres hermanos. Estos, se habían unido al ejército de un rey llamado Saúl para pelear contra el ejército del pueblo enemigo, los filisteos. Un día, el padre de David preocupado por sus hijos le encomendó averiguar cómo estaban sus hermanos.

Cuando David llegó al campamento donde estaban sus hermanos vio en la línea de batalla a un gigante filisteo llamado Goliat que se burlaba de los israelitas. Llevaba cuarenta días burlándose de ellos y les decía:

– Los reto a escoger a alguien para que pelee contra mí. Si él me mata nosotros seremos sus esclavos. Pero si yo lo mato ustedes serán nuestros esclavos.

Nadie quería pelear contra Goliat, todos le tenían miedo, media casi tres metros.

David se ofreció a luchar contra Goliat, y aunque al principio el Rey Saúl se negó a dejarlo por su juventud y falta de experiencia cambó de opinión cuando David le dijo firmemente que Jehová estaría con él en la lucha.

Para enfrentar a Goliat, David recogió cinco piedras lisas que puso en su bolso y se fue con su honda a enfrentarlo. Goliat no podía creer que ese era el elegido para pelear contra él.

David le dijo:

– Tú vienes a mí con tu espada, pero yo voy contra ti en el nombre de Jehová.

David corrió a enfrentar a Goliat y disparó con su honda una de las piedras que recogió, que entró en la cabeza del gigante y lo mató. Los filisteos huyeron al ver muerto al gigante que parecía invencible.


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